lunes, 8 de enero de 2007

Joseph Beuys



MAGIA Y RITOS EN LAS ACCIONES DE JOSEPH BEUYS

I. EL PERSONAJE

Joseph Beuys (Krefeld, 1921-Dusseldorf, 1986) puede aparentarse cansino por su extensión y complejidad, puesto que éste artista alemán noofrece una red inmutable de significados en su entretejida acción artística. La adopción en sus acciones artísticas de determinadas materias marca suterrario simbólico: metal, madera y piedra, fieltro, grasa, cera y miel.Estos tres últimos elementos son materiales-metáforas de la acción transformadora del pensamiento y de la creatividad, tanto por su informidad ycomo por su mutación. Cada uno de los materiales que emplea Beuys,desempeña un importante papel en sus acciones, pero no siempre elmismo.

Obsesionado a un mismo tiempo, por lo material y lo espiritual, por aquellos significados metafóricos de la materia, por sus transformaciones yreacciones químicas, Beuys profundiza en la desmaterialización del artetransformando experiencia en acontecimiento. Busca para la actividadartística una legitimación social y política, con cierto didactismo, experimentando el arte como terapia antropológica (este asunto está lucidamente desarrollado desde el ámbito neoconcreto brasileño, con Lygia Clark).

Joseph Beuys pertenece, junto a Heinrich Böll, a una generación alemana que vivió la guerra y la posguerra, con sus heridas y dolores, con su horror y su culpa, revisando con su creatividad el espíritu perdido del idearioromántico alemán, recuperando en el caso de Beuys la tradición alquímica.
El concepto de lo artístico se amplia, el arte aparece como todo aquelloque modifica la conciencia; en ocasiones se trata de una relectura poéticade la relación hombre-naturaleza tanto en objetos-escultura comoTeléfono terrestre, como en acciones como Coyote; el animal es un elementoreferencial en la obra de Beuys.

Joseph Beuys supuso un cambio de actitud ante las formas, los materiales y la escultura, explorando en ésta la relación espacio-tiempo. En lamayoría las acciones de Beuys, el espectador es un pasivo delectante(7000 robles es una clara excepción pedagógica), que testifica lo queacontece, que testifica al artista como hacedor. Sus acciones meditansobre el objeto y sus formas, sobre el ciclo vital y el proceso artístico.Recogiendo el legado de las primeras vanguardias revolucionarias, adhiriéndose al neodadaísmo y al conceptualismo europeo, Beuys repensó así,el objeto artístico, desde una actitud crítica y social, identificando a untiempo arte y vida, rompiendo los lindes establecidos. La dimensión de lasintrospectivas y reflexivas acciones de Beuys destacan dentro del arte deacción (performance, happening, body art) europeo y americano.

II. CONCEPTOS
La obra de Beuys retiene algunos aspectos de Fluxus, movimiento con el que se asoció en los años sesenta, tales como la performance y la relevancia que adquieren los temas sociales. Sin embargo, la singular mirada de Beuys evoluciona a lo largo de su trayectoria influida por diversas fuentes entre las que se cuentan la historia de Alemania, el chamanismo o la antroposofía de Rudolf Steiner- que postula la capacidad del intelecto humano para contactar con el mundo espiritual-. Su interés por la alquimia le llevó a asociar determinados materiales y formas con ciertas cualidades transformadoras. Fusionando arte y artefacto, Beuys fue recopilando objetos encontrados o creados por él, agrupándolos en vitrinas de vidrio y de metal similares a las que pueden verse en los museos de antropología.
Desde sus primeras esculturas y dibujos de mediados de los cincuenta hasta su última instalación ambiental de 1985, Beuys ha realizado un conjunto de obras complejo con un rico tapiz de imágenes y materiales simbólicos. Una de sus instalaciones más teatrales, Rayo iluminando un venado (1985) expresa su obsesión con la tierra, los animales y la muerte. Esta obra monumental, concluida en el año anterior a su muerte, engloba las teorías y mitologías en las que Beuys se inspiró durante su carrera, aunque el significado de esta compleja instalación quizá pueda interpretarse desde la visión de lo que él definió como “escultura social”. Propugnaba un cambio de pensamiento a través de técnicas a menudo interactivas y llenas de carga política que tuviera lugar a partir del entendimiento personal más que de la tecnología. Tratando de estimular ideas a través de sus obras en vez de representarlas, Beuys confiaba en rejuvenecer —o iluminar— a la sociedad con la energía del pensamiento creativo.
Inspirándose en las ciencias naturales, la filosofía y lo oculto, Beuys introduce en su obra, de modo recurrente, animales como venados, liebres o abejas; materiales como el fieltro, la grasa, el cobre o el hierro; la curación ritual y la transformación alquímica; así como una utopía política, en constante desarrollo. Beuys creía que su gesamtkunstwerk (su obra de arte total) eliminaría cualquier distinción entre arte y vida, llevando a la conclusión de que “todo el mundo es artista” y comenzando el proceso de curación de las heridas sociales causadas por el racionalismo excesivo y el pensamiento divisionista, generado en la modernidad.
Dentro de la práctica artística de Beuys es fundamental la producción de ediciones o “múltiples”, de los que esta muestra presenta más de 550. Dada su cualidad “transmisora”, el artista consideraba estas obras como la mejor forma de difundir sus ideas. Para Beuys, la intuición como correctivo de la razón, juega un importante papel dentro de su pensamiento por lo que los múltiples, al igual que sus otras obras, adquieren multitud de formas abstractas como esculturas, dibujos, grabados, fotografías, cintas de audio y postales. Exhibidos por separado o en densos conjuntos, crean infinitos vínculos entre sí y con el mundo exterior, envolviendo la realidad con la visión chamanística del mundo de Beuys

Beuys parte de la concepción de que la materia es una sustancia animada que alberga dentro de sí misma un espíritu del que participan todas sus criaturas y, por ende, el hombre también. El mundo físico no es para este artista un simulacro de las cosas verdaderas, sino que es un medio de introspección, transformación y acceso a ese ente espiritual permeable a todo. Reclama que el mundo físico sea una vía válida de acceso a las ideas.

Beuys rechaza la “abstracción” a favor de la empatía con el ser orgánico descartando la claridad neta y la reducción abstracta. Su concepto de forma es irregular y variable, ya que su obra se genera como metáfora dinámicas de las sustancias. En la base del planteamiento teórico está la diferencia que marca entre el principio cristalino (la razón) y el principio orgánico (intuición).

III. MATERIALES

Los materiales para Beuys no son mero instrumento sino protagonistas de las obras en sí. Su concepto coincide con la idea escolástica de materia como sustancia. En su consideración de material entra casi todo, pero principalmente sustancias que no han sido elegidas por su utilidad, práctica o estética, por su belleza o por convención. No son materias artísticas ni cómodas, no poseen valor comercial, incluso están en las antípodas de lo que entendemos por bello, limpio y claro. Para él la única intervención verdaderamente importante del artista era la elección del material y del tamaño. Existe una relación biográfica entre el autor y sus materias, y éstas no son nunca “neutras”, sino implicadas de una u otra manera en el proceso vital.

Metales

La presencia del metal en la obra de Beuys tiene dos dimensiones: una metafórica como transformación de materia y energía mediante el calor y como conjunción de elementos distintivos en un todo unitario. Los metales son elegidos por sus características intrínsecas y por las asociaciones que pueden conllevar con aspectos afines a su teoría escultórica.

La aureola mítica y arcaica del herrero o forjador se sumaba en su cosmología personal a las figuras precedentes del chamán, el pastor y el alquimista. Todos estos arquetipos y sus milenarios oficios poseen el poder no sólo material sino espiritual que tanto interesaba al artista alemán

El peso es también un factor que en la obra de Beuys adquiere un valor metafórico, El peso es símbolo de esfuerzo físico y espiritual. Con relación al vínculo entre metales y dioses míticos, el metal en la obra de Beuys posee también resonancias alquímicas. La mitología trasmite la historia de cómo Vulcano captura a los amantes de Venus en una red de cobre. Así Beuys entiende que el fuego es el elemento motivador de las transformaciones. El fuego-calor como energía formante.

Madera

La madera está presente con bastante frecuencia en la obras tempranas, en cruces y pequeñas figuras, asociadas a elementos de otras materias. También cabe destacar la rama seca y el árbol vivo como elementos materiales y de sentido.

En algunas de sus obras hay una contraposición entre basalto (la roca) y el árbol (lo vivo). La utilización del árbol en las obras tiene de nuevo un significado metafórico, la conexión entre los terrenal y lo celestial (axis mundi).

Piedra

El uso y concepto que para Beuys tiene la pizarra no se deriva de sus cualidades materiales, sino de su uso como soporte de explicaciones gráficas, como espacio para la palabra escrita.

La piedra entra en cnflicto con el árbol. La piedra suele presentarse en la naturaleza como horizontal, mientras el árbol se proyecta de un modo vertical en la naturaleza.

La piedra se mezcla con otros materiales. En el caso de Olivestone (1984) entra en contacto con el aceite. En ella hace referencia al proceso de transformación de uan sustancia mediante la decantación y la purificación.

Cera, miel y grasa

La utilización de la cera y la miel no pueden desligarse del pensamiento de Rudolh Steiner. Estos materiales constituyen modelos de pensamiento y actuación. Los productos de la abeja y la organización social del conjunto de la colmena, se convierten en metáforas de la vida humana y de la creatividad.

La cera y la miel son ejemplos de una transformación espiritual, de una alquimia natural. La abeja y el panal son alegoría de una metáfora de la que el ser humano debe aprender. Esta transformación se convierte en símbolo del pensamiento humano, visto como fluido y activo.

La grasa aparece ya en pequeñas esculturas de principios de la década de los cincuenta, pero su introducción estelar tuvo lugar en la obra Silla en grasa (1964). Al autor le atraía la flexibilidad del material, particularmente en sus reacciones a los cambios de temperatura. Esta flexibilidad es particularmente afectiva, la gente siente que está relacionada con sus procesos internos. El calor y el frío constituían elementos activos que transformaban esa materia.

Fieltro

Para Beuys el fieltro no sólo se relaciona con la legendarias tiendas de campaña de Gengis Khan; también al ser aislante mantiene el calor, con lo que se convierte en algo beneficioso para el espíritu.[1]

En muchas ocasiones aparece combinado con la grasa. El fieltro se empapa de la grasa, haciéndose más denso y más efectivo como aislante. Es una transformación directa de un material gracias a otro.

Beyus no sólo usa el fieltro en su acepción positiva de conservador del calor. El sentido negativo de este material, como aislamiento existencial o interruptor de la vía comunicativa con otros seres humanos, también aparece en las obras de este autor.

Una de las realizaciones más producivas de Beuys en fieltro fue su “traje”. El traje, el chaleco y el sombrero, vienen a funcionar como indumentarias de un chamán que se pone en sus ceremonias.




[1] Recordemos que el fieltro se forma prensando capas de pelo de animal, principalmente de conejo y liebre.
Bernárdez, C. (1999). “Joseph Beuys”. Nerea: Madrid.

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