lunes, 8 de enero de 2007

RUDOLF SCHWARZKOGLER


El rudo Rudolf Schwarzkogler, discípulo de Nitsch, es sin duda la figura más emblemática del accionismo. Estudia artes gráficas en Lehr-und Versuchsanstalt de Viena, conoce a Nitsch a los 18 años, trabaja con Muhl y Nitsch a los 24 y a los 27 realiza filmes al lado de Muhl, Brus y su esposa, para terminar con su vida dos años después). Romántico escatológico, firmó su existencia con obra escasa, pero lacerante y perturbadora. Schwarzkogler sufría.

Turbio y lento su mundo, parecía desdoblarse en su psique turbulenta. En Acción 6, una de sus últimas y más logradas acciones, anunciaba refinadamente su fatídico destino: profetizaba. Encerrado en un cuarto, encapsulado con vendas, su cuerpo caracola-sin-coraza se arrastra por el pueblo y alimenta mediante sondas. Un pollo cadáver, el manjar drenado. Hay un espejo, un maldito espejo negro que absorbe toda la acción: mina la metáfora o la hace más explícita. Una de dos, no ambas. La relación que
establece con el pollo-cadáver significa nutrición artificial. Clínica y técnica farmacéuticaal servicio del poder: cuerpo modificado, domesticado y zoo-metido. El espejo-agujero negro es ausencia de cuerpo-forma, tiempo y espacio: disuelvesin siquiera reflejar aparición. La metáfora consiste en el negativo: el espejo negro es un NO que afirma, en el cuarto blanco, la existencia de un suceso. Pero nada en ese cuarto asume su identidad porque reflejarse es imposible. Y sin el reconocimiento del Yo en el Otro, el Yo no existe.

En su obra aprendemos a reconocer el suicidio como una expresión genuina de la libertad humana.

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